Oración por las Vocaciones Capuchinas

Padre Bueno, que por medio del Espíritu Santo, inspiraste a San Francisco a fundar la Orden de los Frailes Menores para que siguiendo a Jesucristo pobre, humilde y crucificado, tomáramos el camino estrecho de pobreza, obediencia y castidad, te pedimos que, cuantos te seguimos por este camino, lo hagamos con fidelidad y alegría y que viviendo consagrados a ti y al servicio de tu Iglesia, seamos testimonio de tu presencia en el mundo y ejemplo para que más jóvenes se consagren a tu servicio en nuestra Fraternidad Capuchina.

Amén.

María, Madre del Buen Pastor, ruega por nosotros.

San Juan Bautista, ruega por nosotros.

Oración ante el crucifijo de San Damián [OrSD]

Oh!  Alto y glorioso Dios,

ilumina las tinieblas de mi corazón

y dame fe recta, esperanza cierta y caridad perfecta,

sentido y conocimiento, Señor,

para que cumpla tu santo y veraz mandamiento.

Saludo a la bienaventurada Virgen María [SalVM]

Salve, Señora, santa Reina, santa Madre de Dios, María, que eres virgen hecha iglesia y elegida por el santísimo Padre del cielo, a la cual consagró Él con su santísimo amado Hijo y el Espíritu Santo Paráclito, en la cual estuvo y está toda la plenitud de la gracia y todo bien.

Salve, palacio suyo;

salve, tabernáculo suyo;

salve, casa suya.

Salve, vestidura suya;

salve, esclava suya;

salve, Madre suya

y todas vosotras, santas virtudes, que sois infundidas por la gracia e iluminación del Espíritu Santo en los corazones de los fieles, para que de infieles hagáis fieles a Dios.

SALUDO A LAS VIRTUDES [SalVir]

SALUDO A LAS VIRTUDES [SalVir]

¡Salve, reina sabiduría!, el Señor te salve con tu hermana la santa pura sencillez.
¡Señora santa pobreza!, el Señor te salve con tu hermana la santa humildad.
¡Señora santa caridad!, el Señor te salve con tu hermana la santa obediencia.
¡Santísimas virtudes!, a todas os salve el Señor, de quien venís y procedéis.
No hay absolutamente ningún hombre en el mundo entero que pueda tener una de vosotras si antes él no muere.
El que tiene una y no ofende a las otras, las tiene todas. Y el que ofende a una, no tiene ninguna y a todas ofende. Y cada una confunde a los vicios y pecados.
La santa sabiduría confunde a Satanás y todas sus malicias.
La pura santa sencillez confunde a toda la sabiduría de este mundo y a la sabiduría del cuerpo.
La santa pobreza confunde a la codicia y avaricia y cuidados de este siglo.
La santa humildad confunde a la soberbia y a todos los hombres que hay en el mundo, e igualmente a todas las cosas que hay en el mundo.
La santa caridad confunde a todas las tentaciones diabólicas y carnales y a todos los temores carnales.
La santa obediencia confunde a todas las voluntades corporales y carnales, y tiene mortificado su cuerpo para obedecer al espíritu y para obedecer a su hermano, y está sujeto y sometido a todos los hombres que hay en el mundo, y no únicamente a solos los hombres, sino también a todas las bestias y fieras, para que puedan hacer de él todo lo que quieran, en la medida en que les fuere dado desde arriba por el Señor.